Lo que mostró el Inter.
El adelanto técnico y mecánico que mostraba el Ferrari
166 Inter lo posicionan como un pionero de lo que después adoptarían
las demás marcas. Este modelo de tracción trasera disponía de un motor
V12 de 1.995 cc además de 24 válvulas SOHC, y era capaz de producir una
potencia de 110 HP. Por dentro tenía suspensión independiente delantera,
frenos de tambor a las cuatro ruedas y un carburador Weber 32 DFC. La
caja de cambios manual de cinco velocidades impulsa al máximo al motor,
que llevan a esta reliquia a una velocidad máxima de 170 km/h con una
aceleración de 0 a 100 km/h en sólo 10 segundos. Sólo 37 unidades se
construyeron de este coche entre 1948 y 1950
Con este modelo de auto de calle Ferrari comienza a ganar un prestigio fuera ya de los circuitos de competición.
Modelo a seguir.
El
nombre del automóvil 166 Inter se debe al éxito que adquirió ese modelo
en su versión de competición en la “Coppa Inter Europa” disputada en
Monza. A partir de allí se fabrica un modelo que adopta esa
denominación. Su posterior éxito hizo que Ferrari lo utilizara como base
para fabricar los próximos clasicos. Se trata siempre de automóviles que ostentaban una
calidad extraordinaria y con un costo elevado. Poseer un Ferrari
posiciona a las personas en una escala superior de la clase social. De
todos modos su gran reconocimiento tiene el aval de toda la sociedad.
Pero retomemos lo anterior. El 166 Inter sirvió como el modelo base para
la fabricación de las versiones que vendrían después. Por ejemplo, el
195 Inter y el 212 Inter. Ambos merecen otro capítulo.
Clasico Jaguar E Type
Cuando vio la luz en los años 60, el Jaguar E Type
ya era un coche inconfundible, atractivo y extremadamente rápido, y su
encanto aún hoy no se ha extinguido. Este deportivo, creado a partir de
un prototipo de competición que finalmente no llegó a cuajar, se vendió
durante más de diez años y, cuando dejó de fabricarse en 1975, todavía
resultaba tan sensacional como al principio.
Los Jaguar E Type bien conservados, aún en nuestros días, son coches muy codiciados por los coleccionistas.
El primer E, concebido entre 1956 y 1957, era un deportivo que pretendía suceder al coche de carreras “D”. Más pequeño y ágil que éste, pero con suspensión totalmente independiente, podría haber sido el digno sucesor de un bólido que ganó las 24 Horas de Le Mans tres veces.
En aquel momento, la política de la empresa sufrió un brusco giro: Jaguar decidió dejar las carreras de coches y, como consecuencia, el E se remodeló por completo, convirtiéndose en un deportivo de serie.
Siguiendo directamente la línea de los últimos XK150, en 1961 el E original, que desarrollaba 240 km/h- vino a redefinir completamente el concepto que hasta entonces se tenia de un Supercoche producido en serie.
El primer E, concebido entre 1956 y 1957, era un deportivo que pretendía suceder al coche de carreras “D”. Más pequeño y ágil que éste, pero con suspensión totalmente independiente, podría haber sido el digno sucesor de un bólido que ganó las 24 Horas de Le Mans tres veces.
En aquel momento, la política de la empresa sufrió un brusco giro: Jaguar decidió dejar las carreras de coches y, como consecuencia, el E se remodeló por completo, convirtiéndose en un deportivo de serie.
Siguiendo directamente la línea de los últimos XK150, en 1961 el E original, que desarrollaba 240 km/h- vino a redefinir completamente el concepto que hasta entonces se tenia de un Supercoche producido en serie.
Al
igual que el D, el E montaba una sección central mono casco de acero
prensado, combinada con una estructura de chasis multitubular dispuesta
de delante a atrás, todo ello bien vestido con una carrocería de
probadas características aerodinámicas y bello diseño, en la cual las
luces delanteras se escondían tras unas cubiertas de cristal. Concebido
en un principio como un deportivo descapotable. de dos. plazas,
inmediatamente se presentó en su versión de roadster cupé, que realmente
podía considerarse un “hatchback”, debido al enorme tamaño de su portón
trasero.
La
suspensión trasera totalmente independiente era algo nuevo para Jaguar,
aunque la marca ya estaba desarrollando esta fórmula para aplicarla en
la nueva generación de sedanes que vendría a continuación, La suspensión
trasera, que quedaba “colgada” del chasis junto con el palier y los
frenos traseros en una subestructura de acero, se iba a convertir en el
nuevo patrón a imitar por muchos de los futuros Jaguar, El árbol motriz,
de tamaño fijo, formaba una horquilla en la parte superior y, para
compensar todas estas fuerzas, cada una de las ruedas traseras montaba
dos unidades de amortiguación que combinaba muelles helicoidales y
amortiguador.
A pesar de que Jaguar había creado un estilo realmente aerodinámico (aunque éste fue el primer Jaguar no diseñado personalmente por Sir William Lyons), sólo muchos años después del lanzamiento de este modelo, se supo que el E no era mucho más eficaz, aerodinámicamente hablando, que los deportivos más convencionales de la época.
Lo que nunca se puso en duda fueron sus prestaciones, pues lo cierto es que este automóvil podía fácilmente alcanzar una velocidad máxima superior a los 200 km/h.
Los primeros coches sólo podían contar con un pequeño habitáculo hábil para dos personas, (los “cupés fastback” resultaban, por supuesto, más espaciosos), pero esto se debía a la existencia de unos refuerzos en la carrocería necesarios para dotar al casco de mayor firmeza, así que no hubo quejas al respecto. La ventilación del habitáculo resultaba pobre y el motor tendía a sobrecalentarse rodando a bajas velocidades en medio del tráfico, pero los clientes, fascinados por el precioso diseño y las altas prestaciones del E, sabían perdonárselo todo.
A finales de 1964, el modelo E se mejoró sensiblemente, no sólo merced a un motor más grande, (4,2 litros y 262 CV) sino a una nueva caja de cambios sincronizada, y a un renovado proceso de fabricación. Desde 1966, se unió a la gama un modelo con un mayor ancho de batalla (2.667 mm) y un modelo cupé 2+2, con los que se completó la familia. Finalmente, se fabricó un mínimo de 41.724 coches con motor de 4,2 litros.
La tercera generación del E, conocida como Serie, III, se introdujo en 1971, con un aspecto parecido al de los modelos anteriores pero propulsado por el último motor Jaguar V-l2, de 5,3 litros y 269 cv. También sufrió grandes cambios mecánicos con respecto a sus antecesores, incluidas ruedas y neumáticos más anchos, que provocaron la consecuente ampliación de las aletas. Además, todos los coches pasaron a fabricarse con un ancho de batalla mayor.
A pesar de que Jaguar había creado un estilo realmente aerodinámico (aunque éste fue el primer Jaguar no diseñado personalmente por Sir William Lyons), sólo muchos años después del lanzamiento de este modelo, se supo que el E no era mucho más eficaz, aerodinámicamente hablando, que los deportivos más convencionales de la época.
Lo que nunca se puso en duda fueron sus prestaciones, pues lo cierto es que este automóvil podía fácilmente alcanzar una velocidad máxima superior a los 200 km/h.
Los primeros coches sólo podían contar con un pequeño habitáculo hábil para dos personas, (los “cupés fastback” resultaban, por supuesto, más espaciosos), pero esto se debía a la existencia de unos refuerzos en la carrocería necesarios para dotar al casco de mayor firmeza, así que no hubo quejas al respecto. La ventilación del habitáculo resultaba pobre y el motor tendía a sobrecalentarse rodando a bajas velocidades en medio del tráfico, pero los clientes, fascinados por el precioso diseño y las altas prestaciones del E, sabían perdonárselo todo.
A finales de 1964, el modelo E se mejoró sensiblemente, no sólo merced a un motor más grande, (4,2 litros y 262 CV) sino a una nueva caja de cambios sincronizada, y a un renovado proceso de fabricación. Desde 1966, se unió a la gama un modelo con un mayor ancho de batalla (2.667 mm) y un modelo cupé 2+2, con los que se completó la familia. Finalmente, se fabricó un mínimo de 41.724 coches con motor de 4,2 litros.
La tercera generación del E, conocida como Serie, III, se introdujo en 1971, con un aspecto parecido al de los modelos anteriores pero propulsado por el último motor Jaguar V-l2, de 5,3 litros y 269 cv. También sufrió grandes cambios mecánicos con respecto a sus antecesores, incluidas ruedas y neumáticos más anchos, que provocaron la consecuente ampliación de las aletas. Además, todos los coches pasaron a fabricarse con un ancho de batalla mayor.
A pesar de que la aceleración del Jaguar
E Type V12 era mucho más alta que la de cualquiera de sus rivales, sólo
alcanzaba una velocidad máxima de 235 km/h y, debido al uso de luces
delanteras descubiertas, su coeficiente aerodinámico no era tan bueno
como el anterior. En realidad, el Jaguar E Type se había suavizado en
beneficio de una reducción del ruido, de una mayor suavidad y con el fin
de adecuarse a las leyes sobre seguridad que empezaban a proliferar en
su mercado más fuerte: Norteamérica.
Finalmente, el E dejó de fabricarse entre los años 1974 Y 1975.
Jaguar E Type. Ficha Tecnica:JAGUAR E Type 3,8 L Presentado en 1961.
CARACTERlsTICAS: Motor delantero. Tracción trasera. Deportivos biplaza, Cupé o Spider.
HABITÁCULO/BASTIDOR: Chasis multitubular, y carrocería monocasco de acero.
MOTOR: 3.781 cc,6 cilindros 261 CV (aprox.) a 5.500 rpm. Par máximo 353 Nw/m a 4.000 rpm.
TRANSMISiÓN: Caja de cambios parciaimente sincronizada de cuatro velocidades.
SUSPENSiÓN: Delantera independiente por barras de torsión. Trasera independiente por mueiles helicoidales dobles.
DIRECCiÓN: De cremailera.
FRENOS: De disco.
DIMENSIONES: Longitud 4.458 mm, anchura 1.657mm, bataila 2.438 mm. Vías 1.270 mm. Peso 1.232 kg.
PRESTACIONES: Velocidad máxima 241 km/h.
Clasicos Bugatti EB 110
Los dias de gloria de la casa Bugatti nos remiten a los alegres años veinte e incluso treinta. Por entonces el catálogo de la casa incluía una serie de originales y exclusivos modelos, que poco a poco fueron definiendo la idiosincrasia de la marca. El diseño corría a cargo del propio Ettore Bugatti, si bien la fabricación y la venta se llevaba a cabo desde una pequeña planta que la compañía poseía en Molsheim, una localidad del este de Francia. Los últimos Bugatti “de pura cepa” continúan en producción hasta principios de los años cincuenta, mientras que el monoplaza de GP que la casa lanza en 1955 se queda en un proyecto de segundo orden. Varias décadas después, en 1986, Romano Artioli, un fanático aficionado a las creaciones de la casa italiana adquiere los derechos de la marca y decide llevar a cabo una ambiciosa empresa: resucitar el nombre de Bugatti, que desde hacía ya tiempo no se oía en la escena automovilística; con ese objetivo comienza a producir nuevos modelos. Como luego descubrirían sus acreedores, la procedencia de los fondos con los que se financia el proyecto es un tanto incierta. Artioli proyecta ubicar su nueva factoría cerca de Módena y crear un equipo técnico con ingenieros procedentes de los talleres de Ferrari, Lamborghini y Maserati, capaz de dar forma a un nuevo supercoche.
No es fácil determinar con precisión el
numero total de unidades fabricadas, pero en cualquier caso muchas menos
de las que había proyectado Romano Artioli.
Ficha Tecnica: Bugatti EB 110.
BUGATTI EB 110 Presentado en 1992.
CARACTERíSTICAS: Motor central. Tracción a las cuatro ruedas; cupé deportivo biplaza.
HABIT ÁCULO/BASTlOOR: Plataforma de chasis independiente, de fibra de carbono; carrocería de aleación.
MOTOR: V12, 3.500 CC, 552 CV a 8.000 rpm. Par máximo 610 Nw/m a 3.750 rpm.
TRANSMISiÓN: Caja de cambios sincronizada de 6 velocidades.
SUSPENSiÓN: Independiente con muelles helicoidales.
DIRECCiÓN: De cremallera.
FRENOS: De disco.
‘DIMENSIONES: Longitud 4.400 mm, anchura
1.940 mm, batalla 2.550 mm. Vía delantera 1.550 mm, vía trasera 1.618
mm. Peso 1.620 kg.
PRESTACIONES: Vel. máx. 343 km/h.
Fuente autos-clasicos.net
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