El jefe de desarrollo de Audi, Wolfgang Dürheimer, ha confirmado a Autocar que está en desarrollo un Audi A7 Sportback de pila de combustible de hidrógeno, y que empezará su período de pruebas a finales de agosto de este año.
Por el momento solo es una unidad para investigación y prueba de diferentes soluciones por parte de los ingenieros, y no es la primera vez que Audi hace algo similar: en 2009 también construyó un Audi Q5 HFC, con pila de combustible de hidrógeno.
Básicamente lo que se ha hecho es coger un Audi A7 Sportback y adaptarlo, con tanques a presión para el hidrógeno en el maletero, la pila de combustible que usa hidrógeno y aire para generar electricidad, una pequeña batería que hace de búfer temporal y un motor eléctrico que es el que mueve las ruedas (no se han dado más detalles, pero también podrían ser dos).
Hoy en día esta tecnología es todavía muy cara, y falta infraestructura para repostar hidrógeno, aunque no es menos cierto que en Alemania empieza a haber una red de estaciones de servicio con hidrógeno (hidrogeneras, por hacer la analogía con las gasolineras), y que ya hay varios fabricantes con modelos totalmente funcionales, como el Honda FCX Clarity, o el Hyundai ix35 FCEV, y otras marcas que trabajan en reducir el precio y aumentar la vida útil de las pilas de combustible, como Toyota o Daimler, Renault-Nissan y Ford.
Sabemos también que Audi canceló varios modelos de coches 100% eléctricos, como el Audi R8 e-tron, o el nuevo Audi A2, porque considera que las prestaciones de las baterías no son aun suficientes. ¿Quizá esto pueda animarles al hidrógeno?
Además como un Audi A7 Sportback por naturaleza no es un coche barato, podría compensarse el elevado precio de la tecnología. Es probable que Audi quiera estar en la línea al igual que otras marcas, pensando en algo más a medio y largo plazo, en torno al 2017-2020. Veremos qué pasa.
Vía | Autocar
Bosch espera que el coche eléctrico llegue a 300 km en 2020
Aunque hay muchas líneas de investigación abiertas en nuevas baterías (y hasta supercondensadores) para coches eléctricos que prometen muchas mejoras, tanto en autonomía como durabilidad y velocidad de carga, lo cierto es que la realidad ahora mismo es la que es.
Pensando en el futuro algunas voces prefieren ser prudentes y no prometer demasiado, aunque sí creen en un progreso y avance. En una reciente mesa redonda en Berlín sobre “Perspectivas de investigación y desarrollo en electromovilidad”, el presidente de Bosch, Volkmar Denner, declaró que es razonable esperar que los coches eléctricos lleguen a tener al menos 300 km de autonomía en el año 2020.
Estos 300 km aunque puedan parecer todavía pocos, pero teniendo en cuenta que los coches eléctricos “convencionales” de hoy vienen a tener entre 160 y 210 km, es una mejora bastante notable (no hablamos de coches eléctricos más especiales, por precio sobre todo, como el Tesla Model S).
También declaró que ahora mismo los coches eléctricos son solo un nicho de mercado, bastante pequeño, pero que también esperan que a partir de 2020 podría convertirse en un mercado de masas.
Por ahora Bosch colabora con varias marcas fabricando diferentes componentesen par vehículos eléctricos como el Fiat 500e (eléctrico) o el Porsche Panamera S E-Hybrid (híbrido enchufable), entre otros, e invierte casi 400 millones de euros al año en desarrollo de la electromovilidad.
Vía | Green Car Congress
La NHTSA inicia un estudio de cuatro años sobre la conducción autónoma
Sabíamos que la NHTSA, la agencia que se encarga de velar por la seguridad de las carreteras y de los coches en EE.UU., se estaba planteando la conducción autónoma (es decir coches que se conducen por sí solos) como sinónimo de seguridad, y así reducir el número de accidentes de tráfico.
Además del coche autonómo de Google, estamos viendo cada vez más propuestas de diferentes marcas al respecto: Volvo, Cadillac, Volkswagen, Lexus, Continental… De hecho se estima que podrían empezar a comercializarse entre 2020 y 2025. Pues bien la NHTSA ha dicho que hay que tomarse este asunto con traquilidad y ha dicho a los estados que no den licencias para este tipo de coches salvo con fines de investigación y prueba, y que sean especialmente vigilantes con las condiciones y resultados de las mismas.
La NHTSA quiere ser prudente, e ir por delante de los fabricantes, así que ha presentado una política y plan de investigación y directrices sobre los programas de pruebas de coches autónomos, tanto para los estados como para los fabricantes, para los próximos cuatro años, con el fin de evaluar su seguridad real.
De este estudio resultarán finalmente unas conclusiones para elaborar las regulaciones y leyes al respecto de cada estado. Por ahora los más adelantados son los estados de California y Nevada, que ya permiten circular coches autónomos en prueba por sus carreteras.
La NHTSA ha creado una escala de 0 a 4 para definir cuánto de autónomo es un coche. 0 es un coche convencional sin ningún tipo de asistencia a la conducción, 4 sería un coche totalmente autónomo, sin responsabilidad del conductor.
El coche autónomo de Google es un nivel 3, porque el conductor debe permanecer al volante por si hay que actuar y tomar el control en caso de emergencia. En el nivel 2 estarían los coches con asistentes como un control de velocidad de crucero adaptativo (mantiene la distancia de seguridad y frena o acelera) y mantenimiento en carril (actuando sobre la dirección). En el nivel 1 serían coches con un nivel bajo de asistencia, como un control de velocidad estándar o advertencia de cambio involuntario de carril.
Vía | Autoblog
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